No se lo puede sacar de la cabeza…
Joni Lark tiene un secreto. A pesar de ser una de las compositoras más demandadas de Los Ángeles, no logra componer nada desde hace tiempo. En su interior siente un gran vacío y no sabe qué hacer con él.
Cuando regresa a Vienna Shores, su pueblo natal en Carolina del Norte, espera que la arena, la playa y los espectáculos en el Revelry, la sala de conciertos de su familia, prendan la chispa de la inspiración. Pero cuando llega, todo ha cambiado. Su mejor amiga le oculta algo, los recuerdos de su madre se están desvaneciendo y el Revelry va a cerrar.
¿Cómo va a poder componer si su mundo de siempre ya no es el mismo?
Y, entonces, la oye: una melodía en su cabeza, sin letra y a medio componer. Y con ella, una voz cautivadora y adictiva que la acompaña; una voz que, al parecer, pertenece a un músico cínico con su propio vacío interior.
Sin duda es solo un producto de su estresada imaginación.
Sin embargo, a Vienna Shores llega un hombre muy real. Es arrogante y reservado (nada que ver con la voz dulce y graciosa que Joni oye en su cabeza), y tiene un plan para cortar su inconveniente conexión telepática: terminar la canción que los tortura con la esperanza de que sus corazones, y sus secretos, no sufran en el proceso.
Esa melodía, la que los ha unido…, ¿podría tener algún motivo oculto?
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No se lo puede sacar de la cabeza…
Joni Lark tiene un secreto. A pesar de ser una de las compositoras más demandadas de Los Ángeles, no logra componer nada desde hace tiempo. En su interior siente un gran vacío y no sabe qué hacer con él.
Cuando regresa a Vienna Shores, su pueblo natal en Carolina del Norte, espera que la arena, la playa y los espectáculos en el Revelry, la sala de conciertos de su familia, prendan la chispa de la inspiración. Pero cuando llega, todo ha cambiado. Su mejor amiga le oculta algo, los recuerdos de su madre se están desvaneciendo y el Revelry va a cerrar.
¿Cómo va a poder componer si su mundo de siempre ya no es el mismo?
Y, entonces, la oye: una melodía en su cabeza, sin letra y a medio componer. Y con ella, una voz cautivadora y adictiva que la acompaña; una voz que, al parecer, pertenece a un músico cínico con su propio vacío interior.
Sin duda es solo un producto de su estresada imaginación.
Sin embargo, a Vienna Shores llega un hombre muy real. Es arrogante y reservado (nada que ver con la voz dulce y graciosa que Joni oye en su cabeza), y tiene un plan para cortar su inconveniente conexión telepática: terminar la canción que los tortura con la esperanza de que sus corazones, y sus secretos, no sufran en el proceso.
Esa melodía, la que los ha unido…, ¿podría tener algún motivo oculto?